12 de marzo de 2012

Abejas. Socias recomendables en el huerto.

Las abejas, junto con otros insectos libadores, son fundamentales para la productividad del huerto. De ahí la necesidad de combinar las hortalizas o frutales con plantas de flor y aromáticas que las atraigan. Su labor de polinización asegura la fructificación de nuestra huerta, o la obtención de semillas.

Esta zona tiene tradición apícola aprovechando la potencialidad melífera de sus montes. Tener colmenares relativamente cerca será bueno para nuestros cultivos.
Sin embargo las abejas están encontrando un enemigo peligroso que viene de fuera y que aún no se ha podido combatir adecuadamente. Durante tiempo se veía que las colmenas se vaciaban, sobre todo a principios de invierno y no eran capaces de sobrevivir hasta la siguiente primavera, por la escasez de alimento acumulado y el frío soportado por la falta de individuos en la colonia.

Este es el enemigo. Poco a poco se está extendiendo por la cornisa cantábrica. Desde Euskadi ya se han encontrado individuos rondando piqueras de Cantabria y del norte palentino.





ETIOLOGÍA.
La avispa asiática incluye una decena de subespecies conocidas. La subespecie presente en Francia, Vespa velutina nigrithorax se reconoce inmediatamente por su coloración oscura, tórax enteramente marrón negruzco aterciopelado y los segmentos abdominales marrones, diferenciados por una fina banda amarilla. Sólo el 4º segmento del abdomen es casi enteramente amarillo anaranjado. Las patas, de color marrón son amarillas en los extremos.
La cabeza es negra y el frente es amarillo anaranjado.   Esta especie exótica mide alrededor de 3 centímetros de longitud y las reinas de la misma especie, más grandes, pueden alcanzar hasta 4-5 centímetros.
Construye nidos generalmente esféricos que van del  tamaño de un balón de balonmano a uno de fútbol (e incluso más). Los más grandes son piriformes. Estos nidos pueden colgarse en árboles, pero están generalmente estructuras  abiertas (hangares, graneros...), raramente anidan en cavidades del suelo.
Cuando construyen el nido en la copa de los árboles es muy sólido, y fácilmente localizable debido a su tamaño impresionante, del orden de cerca de 1,50 metro de circunferencia y una altura de al menos 60 centímetros.

(Información obtenida en www.mundoapicola.com)

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